lunes, 29 de febrero de 2016

Yo o tú


Nota del autor: Este relato se basa y complementa al escrito por María Dolores Moreno Herrera, titulado "Tú o yo" (http://entrepapirosycalamos.blogspot.com/2016/02/tu-o-yo.html). Recomiendo leerlo antes.


Allí estaba yo, en un soliloquio tratando de convencerte que hay oportunidades en la vida que no se repiten y que hay ocasiones en que hay que tomar ese tren aunque eso signifique hacer sacrificios. Tontamente esgrimí aquella frase trillada que reza "si amas a alguien debes dejarla ir, si regresa a ti es porque siempre fue tuyo, sino es porque nunca lo fue". A estas alturas está bien claro que fui un tonto.

Por momentos sentía que perdía tu atención en medio del recital de palabras que giraban entorno a mis sueños, a mis ideas.... Si, si, si ya se puro mis, mis, mis y nada de ti. En ese momento, no logré percibir que el brillo de tu mirada se había perdido, que los tonos de tu vida se habían convertido en grises, que tu sentir al verme había desaparecido debido a que las mariposas en tu estómago yacían inertes en una caja entomológica, listas para una exhibición.

En aquel momento equivocadamente antepuse mis intereses por encima del amor que sentía por ti y pensaba que el amor que sentías por mí, nuestras vivencias compartidas, nuestros sueños a futuro, iban a ser suficiente para que te aferraras a la idea de esperar a mi regreso. !Que tonto fui¡

—  Es una gran oportunidad para mí — Sonreí depositando un beso sobre tus nudillos.
— Te amo, sabes que volveré — Finalmente te dije.

Estaba tan orgulloso de mi mismo en ese momento por la gran oportunidad que se avecinaba que no fui capaz de entender que tu asentimiento con la cabeza gacha era una evidencia de tu gran tristeza. Fui un desconsiderado al no voltear la mirada hacia ti y preocuparme por tu sentir, mientras me iba alejando, silbando calle abajo con las manos en los bolsillos, demostrando un gran egoísmo de mi parte.

Ciertamente aproveché mi oportunidad y puedo contarte que fui exitoso, pero hoy por hoy entiendo que uno no puede ir en contra de los principios básicos como los que expresa Maslow en su pirámide... Las necesidades de amor deben estar cubiertas antes de las de reconocimiento y auto realización. Es en medio de esa reflexión que recordé aquel otro famoso refrán que reza "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Por más éxito que alcancé, jamás logré llenar el vacío que dejaste en mi.

Durante estos 3 años me he sentido como perdido en un desierto, sólo, desamparado, sofocado, sediento, en ocasiones alucinando con una mezcla de retazos de tu recuerdo y mis deseos. En medio de esta desolación poco a poco me he ido despojando de todas mis sombras, de todos esos demonios que intentaban seducirme para que desistiera de la idea de recuperarte.

El primer demonio que vencí fue el del desamor y el dolor. Sentimiento que experimenté al llegar a nuestra casa y darme cuenta que habías completado nuestro abandono. El segundo demonio fue el de la rabia, porque si te confieso que el detalle de tu foto en la casa de mis padres luego de haberme dado cuenta que no regresarías fue el que hizo que mis jugos gástricos hicieran una mezcla explosiva y mi presión arterial llegara a las nubes. El tercer demonio fue el de mi orgullo, el cual en particular me hizo entender que debía abandonar el camino de atribuirte la culpa de mi dolor ya que mi actuación durante nuestro no tan dulce año de noviazgo había sido de esa manera por mi forma de actuar, particularmente impositiva. El cuarto demonio fue el de mi egoísmo, con el comprendí que si te quería de vuelta debía anteponer nuestro amor, nuestros sueños y metas antes que mis intereses y para eso debía comenzar a escucharte y comprenderte más, es decir, debía dejar a un lado mi egocentrismo, dejar de opacarte y de hacerte sentir como una marioneta.


Al finalizar este camino de penitencias y de reencontrarme conmigo mismo he decidido recuperarte. No ha sido fácil dar contigo, he invertido bastante tiempo y esfuerzo. Gracias al recuerdo que tengo del brillo de tus ojos cuando hablabas del país de tus sueños, ahora me encuentro atravesando el mar para llegar a donde ruge el mar bravo contra los acantilados, imaginándote con un hermoso vestido rojo hondeando con el viento, deseoso de volverte a ver, para que veas que este peregrino está decidido a demostrarte que no ha sido en vano el pasar del tiempo, que mis sombras se han ido, que estoy dispuesto a que construyamos un futuro con ideas y visiones en común... Estoy ansioso de estar arrodillado frente a ti, en la parte baja de tu balcón y lograr que tus mariposas revoloteen nuevamente por mí y decirte que no solamente te quiero, sino que TE AMO.






domingo, 28 de febrero de 2016

Tu despedida

Resultado de imagen para despedidaNormalmente nosotros los hombres somos a quien terminan botando en una relación, es decir, el promedio de nosotros sabe lo que es un buen despecho y sobretodo si hemos evitado el camino del andar de pica flor. En mi caso particular en unas cuantas ocasiones he escuchado la frase "Es que ya no siento lo mismo" o el "No eres tú, soy yo" y eso sin contar los rechazos iniciales tales como "Yo no te veo de esa manera" o "Seamos sólo amigos". De cualquier manera, han sido frases que han causado dolor y que de alguna manera he llegado a detestar. Pero jamás me imaginé que alguna vez en la vida recibiría una carta de despedida con tal expresión de sentimientos que mi corazón terminaría aceptando de una mejor manera que las tantas otras que había recibido. A continuación dejo un extracto de esa carta.

"Realmente mi dulce amor esta es mi despedida y se que aunque sientas algo de amor por mi como me dijiste y aunque debes estar con el corazón chiquito (y créeme que estoy sufriendo pensado en lo mal que puedas estar sintiéndote porque no me gusta que alguien se sienta de esa manera y menos por mi culpa), necesito que seas fuerte y me saques de tu mente y corazón porque lo nuestro sólo Dios sabe porque hizo que pasara y no quiero que nos hagamos mas daño, sobretodo a futuro. Tenemos caminos distintos que seguir y responsabilidades que sobrellevar... ¿No se que podríamos hacer? ¿Qué piensas tú? tal vez si estoy haciendo esta reflexión en forma de monólogo; pero es la salida que veo para curar estos sentimientos que han nacido donde no tenían que nacer... 

Bueno no podía despedirme sin decirte mi amor que eres y serás siempre mi más bella historia de amor y espero yo haya sido algo así para ti. Después de tus besos no creo llegue a sentir unos tan dulces como los tuyos y ni hablar de cuando hacemos el amor, yo siento que en tus manos cuelga mi fantasía, tu sonrisa me invita a un viaje donde deposito mi ilusión y tu cuerpo se une a mi alma y sólo quiero que se detenga el tiempo y no pase. Me siento tan vulnerable ante ti, ante tu deseo extasiado por dominar mi cuerpo hasta guiarte al infinito de mi ser; amo cuando recorres con tu boca mi piel (odio esta disputa del amor y lo correcto). En ese momento solo pienso que sólo hay una vida y la mía se pierde en tu cuerpo, cuando hacemos el amor me siento mas viva que nunca...
Tu mirada me cautiva al desnudar mis sentimientos, tus labios junto a los míos me transportan y siento que termino viajando al paraíso cuando te tengo dentro mí... Cada caricia lo hace más excitante… Un beso con malicia, una mirada. Lentamente tus caricias me van envolviendo y pones mi corazón a mil. Creo que todo es parte de una pasión que me transmites y que me hace sentir como una comunión espiritual entre tú y yo. Amo tus gemidos, los siento con amor y lo que mas adoro es que después de tan maravillosa experiencia me acaricias con ternura mientras yo reposo sobre ti. El hombre mas tierno que he conocido y ahora siento que no hay nada como hacer el amor, con amor, no hay experiencia igual. No se lo que es estar enamorada, pero si es sentir todo esto por alguien entonces me despido diciéndote que TE AMO...

No me siento bien, estoy demasiado triste amor, pero no quiero que nos hagamos daño . Suerte mi ángel, mi amor, mi príncipe, mi amigo... Gracias por ser tan especial por dedicarme un pedacito de ti, ahora me toca vivir con el recuerdo de esta bella historia... 

Cuando llegues acá, no me busques amor, así muera por las ganas de que aparezcas donde yo esté. Realmente tu deber esta en otro lado... Malo destino mi príncipe, que nos puso en esto pero se que nos va pasar. 

Adiós amor."

Luego de leer esto mi mente se puso en blanco, mi corazón se detuvo un instante, una lágrima recorrió mi cara y pensé:

- Es la mejor despedida que me han dado alguna vez en la vida. Gracias mi bella, por tan hermosas palabras. Creo que nadie alguna vez me escribió algo tan hermoso y emotivo. Yo también TE AMO, pero sé que debemos seguir caminos distintos...